Era 25 de mayo de 2005, la secundaria aguardaba a las 2:20pm de México, ¿recuerdas en dónde estabas? Ese día se jugaba la Final de la UEFA Champions League entre Milan y Liverpool, dos grandes equipos, por el título más prestigioso del futbol a nivel de clubes.
A 15 años de distancia, el recuerdo aún me emociona al mismo tiempo que redacto las siguientes líneas y que externo en la siguiente columna.
Un Milan de 2005, que, para los amantes del futbol, está dentro de los dos mejores en la historia de la institución rossonera y no fue para menos, una tremenda primera parte que dejó en condición de nocaut a Liverpool: Paolo Maldini anotó al primer minuto y cuando la parte inicial estaba en el ocaso, Hernán Crespo marcó doblete para dejar un marcador de tres goles a cero, o mejor dicho, tres clavos en el ataúd de los ingleses, de esos que te sepultan vivo, que te dejan sin ilusión, sin esperanza al final del camino.
Se le apareció el diablo al diablo…
Más le costó trabajo a Milan marcar tres goles que en recibirlos, en cuestión de seis minutos, Liverpool empató el partido: tres a tres; todo inició con el capitán de Steven Gerrard al 54, Vladimír Šmicer levantó la mano y se hizo presente en el marcador al 56’ y finalmente un joven de 23 años en ese momento llamado Xabi Alonso terminó por quitarse esos tres clavos recibidos para renacer nuevamente en el partido. A partir de ese momento, el juego se volvió tensión, estrategia y una competencia de correr y sacrificarse, ni Milan, ni Liverpool cedieron un milímetro de campo. Intensidad y carácter eran los ingredientes que iban incrementando sus dosis de manera simultánea en una final que era digna de una competencia como la UEFA Champions League. La cara por parte de los dirigidos por Carlo Ancelotti no tenía crédito a lo que estaba sucediendo en el terreno de juego.
No fueron 90’ ni 120’, ¡qué mejor definición que los penales!
Jerzy Dudek fue factor, genio y figura tapándole las mejores oportunidades a la delantera italiana y llevando las emociones, el juego y la temporada a su punto máximo: la definición por penales. El momento, a partir del segundo tiempo, estuvo de un solo lado, del Liverpool que se acercaba como un demonio acrecentado y determinado a conseguir el que a la postre sería conocido como El milagro de Estambul.
Ambas aficiones ya lo sufrían, ambas esperaban el tan ansiado desenlace y como así como el futbol es al mismo tiempo justo e injusto y caprichoso, sólo había lugar en la gloria para uno solo y Turquía viviría una de los mejores cierres de temporada de la historia…
Serginho y Andrea Pirlo [sí, uno de los máximos virtuosos en el Calcio] fallaron los primeros cobros de Milan, mientras de Dietmar Hamann y Djibril Cissé acertaron, los papeles empezaban a voltearse para Liverpool que también la pasó mal en la tanda de penales: Jon Dahl Tomasson y Kaká convirtieron y John Arne Riise falló.
La emoción de los dos últimos cobros…
Vladimír Šmicer marcó el tercer gol en tanda súbita [entiéndase súbita como la última instancia para definir al campeón de la competencia], mientras que el Héroe de Manchester es decir, Andriy Shevchenko [sí, ese que marcó el penal para ganar la sexta corona un par de años antes contra Juventus FC] se acercaba a ejecutar el quinto penal de Milan, si lo fallaba se acababa la historia, si lo convertía era necesario el último disparo de Liverpool.
Una mirada temerosa, esperando el silbatazo del árbitro Manuel Mejuto González, un Sheva diferente al que nos acostumbró, lejano se de ser seguro, decisivo y con determinación y es que con una responsabilidad como el último cobro quién no estaría temeroso.
Sin voltear a ver la posición de Dudek, lanzó el disparo ligeramente cargado a la izquierda del cobrador que el polaco alcanzó a detener con la mano; la historia se había escrito: Liverpool campeón en una de las finales más dramáticas que hayamos podido presenciar.
📅 #OTD in 2005, Liverpool became European champions for the 5th time after THAT game in Istanbul 🏆🏆🏆🏆🏆
🤔 Have you seen a better #UCL game?#OnThisDay | #MondayMotivation | @LFC pic.twitter.com/iaWpFQc0Cz
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) May 25, 2020
Una final que queda enmarcada, además, como una de las remontadas más significativas en la UEFA Champions League.
¿Cuál es tu memoria de esa Final? ¿Es la mejor final en la historia de la competencia?