Cuando los deportistas reanudan su actividad después de una lesión o de un período prolongado de descanso, hay algunas medidas que pueden tomar para que la transición se produzca sin contratiempos.
Christopher Camp, cirujano ortopedista de Mayo Clinic y director médico de Minnesota Twins, ha tratado a todo tipo de deportista, desde jóvenes recién iniciados en el deporte hasta jugadores profesionales y ofrece las siguientes cinco sugerencias para reanudar los deportes:
Fijar metas adecuadas
Determine sus metas antes de reanudar un deporte: ¿Lo hace como ejercicio? ¿Desea competir de manera recreativa? ¿Tiene aspiraciones profesionales? Es importante que sea sincero/a consigo mismo/a respecto a sus ambiciones y capacidades, porque podrían estar por encima o por debajo de lo que puede hacer, pese a gozar de buena salud.
Escoger un momento adecuado
Si sabe que desea reanudar un determinado deporte para un momento específico, tenga claro lo que necesita para empezar a entrenar, de modo que no tenga que prepararse a toda prisa.
Establecer un progreso lógico en las actividades
Esto dependerá del deporte, de las exigencias del puesto que ocupa y del estado físico en que se encuentra. Independientemente del nivel del que empiece, lo mejor es que avance de forma lenta y haga un poco más cada semana, para no presentar indebidamente dolor ni inflamación.
Introducir sólo una cosa nueva a la vez
Por ejemplo, si antes hacía tres deportes y quiere volver a practicarlos después de una lesión, no reanude los tres al mismo tiempo. Esto no significa que, al final, no pueda reanudar los tres, sino que debe priorizarlos y reanudarlos uno a la vez.
Detectar toda lesión cuando todavía es menor e intervenir antes de que se convierta en algo mayor
Camp trabaja estrechamente con lanzadores y deportistas que hacen tiros por encima de la cabeza y dice que todo dolor proveniente del lanzamiento es anormal, en particular cuando el lanzador es joven. Muchos deportistas jóvenes no desean dejar de jugar y, por ello, tal vez hasta intenten esconder una lesión; pero tanto los entrenadores como los padres de familia deben estar atentos a la presencia de cualquier señal de alarma en los deportistas jóvenes, como cojear o moverse más lento de lo normal. La recuperación de la mayoría de las lesiones es mucho más corta cuando se detecta pronto.