Tomando en cuenta que el proyecto futbolístico de Estados Unidos apuntará seguramente al Mundial de 2026, han dejado la primera buena sensación tras vencer a México.
En una rivalidad que parece tomar tintes históricos entre la Selección Nacional de México y la de Estados Unidos, la nueva generación de las barras y las estrellas parece tener mucha mejor química que el combinado dirigido por Gerardo Martino que tiene entre sus principales dudas el ‘9’ nominal ante la baja de Raúl Jiménez y la ausencia permanente de Javier Hernández.
El desenlace de la Concacaf Nations League no pudo tener mejor final: tiempo extra, Estados Unidos viniendo de atrás con bronca de por medio y finalmente un penal detenido por Ethan Horvath a Andrés Guardado para prácticamente cerrar el partido decisivo de Concacaf Nations League.
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De esta manera, Gregg Berhalter consigue que su combinado nacional fuera el primer campeón de la competencia y dejar un buen sabor de boca para lo que viene en esta selección que tiene la mira puesta en su Mundial y que con diez de once futbolistas iniciales que entrenan y participan en Europa, tendrán la suficiente experiencia para que en menos de cinco años sea una generación bien acoplada. Sumando a los jugadores que tengan buen momento y que puedan aportar cosas interesantes en ese período.
La ausencia de Estados Unidos del Mundial 2018 dejó varias enseñanzas y una de ellas fue cómo generar futbolistas de calidad y que participen al más alto nivel en Europa; en este 2021 se nota una mejoría considerable sin que éste sea el deporte número uno en aquel país.
¡Qué decir del lado de los mexicanos!
La Selección dirigida por Gerardo Martino pasa por un momento turbulento y frenético por no contar con un ataque que convenza, si bien las esperanzas siguen en Hirving Lozano y Jesús Manuel Corona, falta ese killer del área; cada partido que pasa deja en claro una cosa y que hay un futbolista que claramente desentona: ese es Uriel Antuna. Simplemente no es un jugador que deba ser llamado tras su pobre desempeño en los últimos juegos.
México ya no puede ganar con el nombre, necesita trabajar con muchos más futbolistas que sean capaces de revolucionar el juego y estar a la altura de las circunstancias, es decir, trabajar en las fuerzas básicas; se sigue dependiendo de tipos como Guillermo Ochoa, Andrés Guardado e incluso Héctor Moreno, ¡deben existir jugadores que ya puedan participar más minutos que ellos!
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El problema es que se sigue insistiendo con la famosa ‘seguridad’ que te dan esos futbolistas, necesitamos que en en estos partidos se crezcan nuevos jugadores, que compitan de tú a tú, que cuestionemos que si no juegan en su club por qué sí lo hacen en Selección Nacional, que se equivoquen si necesitan hacerlo, mostrarlos en todos los escenarios posibles, sólo así México tendrá una generación fuerte, si miramos hacia atrás, los nombres son contados: Sebastián Jurado y Luis Ángel Malagón, Diego Lainez, Carlos Rodríguez, Sebastián Córdova e Hirving Lozano, pero de esos nombres, ¿a cuántos se les da la oportunidad?
Estados Unidos venció a México porque hoy pasa por mejor momento, porque tiene a sus hombres participando en Europa y no sólo siendo banca como los nombres mexicanos. Se necesita un proyecto alentador para los de Martino porque ni para 2022 ni para 2026 el panorama luce alentador.
