Una carrera que se puede considerar como exitosa y otra que ni siquiera comenzó. En el futbol lastimosamente llegamos a tener las dos caras de la moneda y por más que pasen los años, siempre habrá alguien encargado de recordarnos ese pasado que a lo mejor inconscientemente intentamos, solo intentamos olvidar.
Hoy leyendo las noticias me encontré con una condena al ex – jugador de Santos Laguna, Cruz Azul, Mauro Germán Camoranesi, el mismo Camoranesi pasado por la Juventus y campeón del mundo en Alemania 2006. Ésta consiste en pagar una indemnización al jugador Roberto Pizzo por una lesión que lo dejó fuera de las canchas de por vida.
El suceso tuvo acción el 14 de Agosto de 1994, cuando Camoranesi jugaba para el conjunto de Aldovisi y Pizzo en Alvarado. Roberto Pizzo contaba con la edad de 18 años, una promesa para este deporte, un talento que pudo haber sido explotado así como lo fue Germán, algo que nunca vamos a saber, su carrera fue truncada por una lesión de rodilla, la cual según expertos redujo su capacidad un 39 por ciento después de ser operado.
Así mientras el ex – astro de Banfield, Stuttgart hacía carrera, Roberto seguramente veía doctores para rehabilitación y seguramente de lo último que quería saber era de futbol. La sanción para el italo – argentino es de 50 mil euros más intereses, lo cual me parece una medida adecuada y hasta podría decir que le salió “barato”, porque las reglas en el futbol actual han suspendido jugadores que lesionan a otros por el tiempo que tarden los fracturados en regresar a las canchas e incluso pagar parte de la rehabilitación.
Lesiones graves siempre ocurrirán, todos los que hemos practicado el deporte sabemos a los que nos atenemos al realizar esta actividad, pero también tenemos que ver que más allá del deporte está la integridad humana. Recuerdo dos casos que fácilmente pudieron dejar sin carrera a dos jugadores ya consolidados: Cuauhtémoc Blanco (México) en la eliminatoria mundialista para 2002 y Eduardo Da Silva (Croacia) con el conjunto del Arsenal, fracturas que implicaron meses de rehabilitación pero pudieron ser más graves.
Camoranesi ya tuvo el éxito que a lo mejor quiso, pero el dinero que le dé a Pizzo sanará la herida más allá de lo físico, truncar a un colega su carrera, haya sido o no a propósito. El pasado siempre se encargará de traernos recuerdos al presente de nuestras acciones. A Mauro ni los triunfos le pueden borrar ese pasado gris.
Mauro Germán Cmoaranesi tiene una multa de 50 mil euros por el incidente de 1994