Apenas

México avanza a semifinales en la Copa Oro al derrotar por la mínima a Trinidad y Tobago. Un gol que cayó de milagro y en la recta final del encuentro.

La figura

Dentro de lo rescatable del juego, dos elementos son los que “panzan”: Raúl Alonso Jiménez y Miguel Layún; siendo el segundo a quien destacó como la figura, sobre el gol de Jiménez. Muchos dirán que con poca técnica, pero lo que le imprime al combinado mexicano es garra y empuje; lo más importante: actitud, aun cuando la selección carece de esto.

Dentro de la dinámica en la que se ve envuelto México, ya sería reiterado decir que hay mucho qué analizar. Lo cierto es que cada vez más el “Tri” está tomando el nivel promedio de CONCACAF, o bien, los rivales están creciendo de a poco, alejándose de Estados Unidos que se afianza más y que en unos años ellos pueden ser los “Gigantes de CONCACAF”.

México gana al minuto 85 después de una jugada elaborada por los futbolistas de América, los cuales destaqué como figuras. Después de que por pasajes Trinidad y Tobago tuvo la idea, más no el desempeño futbolístico para poder convertir las anotaciones. Pero hace poco más de una década eso no ocurría.

Los resultados presupuestados eran goleadas por arriba de los cinco goles, hoy eso parece un sueño lejano. México enfrentará a Panamá, rival con el que perdió en su primer partido de esta competición por marcador de 2 – 1. Sin duda que llegarán los del país del canal en Centroamérica motivados por el resultado antes mencionado.

Hoy, el partido se ve como una incógnita, un reto que es poco predecible, por los menos para los que tenemos conocimiento de los demás equipos y hemos seguido la competición. Nunca se pensó que la moneda estuviera en el aire.

México como sea, ha avanzado; suerte, trabajo, concentración, goles con fortuna, llámale como quieras, pero ahí va, a lo mejor sin gustar, sin convencer pero caminando, porque es una obligación. Si pasa la semifinal, la gran prueba como siempre, será Estados Unidos…