El primer capítulo de la final del futbol mexicano se llevó a cabo hoy en la cancha del Estadio Tecnológico en Monterrey, entre los rayados y Santos Laguna, dando como resultado un empate que deja conforme a unos e inconformes a otros más.
El partido se desarrolló en la primera parte como se esperaba, con dos conjuntos en busca de la tenencia de la pelota e imponer el ritmo y juego que le convenía a cada quien, un duelo trabado en medio campo, donde los equipos mostraron porqué habían sido el primero y segundo del torneo.
El balón de aquí para allá, en la búsqueda por la profundidad, un juego agradable para la vista de los aficionados, a pesar de no tener el gol, no era un partido que careciera de espectacularidad; el primer tiempo finalizó sin anotaciones. Lo mayor relevancia en este período fue el golpe de cabezas entre Jesús Zavala (Monterrey) y Aarón Galindo (Santos) del cual el jugador de Monterrey salió con un fuerte golpe en la frente. El evento no pasó a mayores y pudo continuar para la parte complementaria.
Conforme fueron pasando los minutos el partido fue ganando intensidad, los balones se peleaban en cada centímetro de la cancha, hasta que Humberto “Chupete” Suazo mandó el primer aviso agarrando el balón de bolea que se fue muy lejos de la meta de Oswaldo Sánchez; la respuesta no se hizo esperar y Daniel “Hachita” Ludueña metió un disparo que estremeció el poste derecho del arquero Orozco.
El técnico Víctor Manuel Vicetich, mandó su propuesta ofensiva, entraron Ángel Reyna y Neri Cardozo en lugar de César Delgado y el lesionado Jesús Zavala al minuto 68 de acción, un minuto después de eso apareció la figura de Santos Oribe Peralta para colocar el 1 – 0 de manera soberbia; primero controlando el balón con una gran técnica individual un pase de Marc Crosas y después sacando un potente disparo que agarró en mala posición al portero Orozco.
Enseguida el Monterrey se volcó al ataque con Suazo y compañía pero nada concreto, más disparos desviados por parte del chileno. De manera agónica se acercaba el final de este primer capítulo cuando Mauricio Morales árbitro del juego marcó un penal a favor de la pandilla que Suazo reivindicándose emparejó los cartones, para muchos dudoso el penal, para otros claro, pero empate al fin; así se van para el próximo encuentro a disputarse en Torreón.
Nada para nadie durante los primero 90 minutos, con un juego digno de una final, interesante, emocionante y polémica, qué más se le puede pedir a un compromiso de ésta índole. Esperamos con emoción los segundos noventa minutos para conocer al nuevo monarca del balompié azteca.
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