El fin de semana pasado la selección mexicana sub – 18 se consagró campeón del Beijing International Youth Football Tournament 2013, un logro que hay que destacar en estos días penosos para la selección mayor.
Los jóvenes son los que están haciendo el trabajo de lo que deberían hacer los que se supone que están consolidados. Ya lo había dicho en ocasiones anteriores: algo se está haciendo mal, tan mal que México hoy está al borde de la eliminación del próximo mundial en 2014.
Los jóvenes de las categorías inferiores han mostrado gran calidad y un esfuerzo irreprochable, ganando títulos amistosos, oficiales, colocándose siempre en instancias importantes, éste fin de semana pasado le tocó a la sub – 18 enfrentando a sus similares de Corea del Sur, Croacia y los anfitriones chinos.
Pero, después de la consecución de los títulos, ¿qué sigue? Es una pregunta que aún no ha podido responder el futbol mexicano, no se les da un seguimiento, un proceso adecuado, la realidad es que no se les da oportunidad en la primera división bajo el argumento de que “no están listos”, qué más necesitan los entrenadores y directivos, que ganar trofeos internacionales, algo realmente inexplicable.
Quiero extender mi felicitación a toda la delegación mexicana juvenil por este título obtenido, que hace crecer las expectativas en los que creemos en ustedes, ojalá, la gente encargada de llevar los procesos en el futbol mexicano, les den la oportunidad de medirse al nivel profesional, porque sólo así se llegará a la plenitud futbolística, creo que hoy no tenemos la opción de seguir echando a perder las generaciones ganadoras que tenemos; probablemente no serán las figuras en su primer partido, pero es normal, la gente debe entender que es gradual el crecimiento, si no quieren seguir pasando las vergüenzas que están pasando, den chance a los jóvenes.
Cerraré este texto reiterando mi felicitación a los futbolistas mexicanos de la categoría sub – 18 por haber obtenido este título que significa más de lo que creen…
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