Por @carlosmora07
Florentino Pérez y los doce clubes fundadores hicieron un ridículo monumental, un proyecto de Superliga que falló, sin embargo, no todo parece ser malo si se mira desde una lupa.
El motivo de la idea de esta Supercompetencia es el factor económico y la mejora de repartición de ingresos entre los clubes participantes de las competencias UEFA; en eso coinciden Andrew Grepe, socio director de Atmosports Management y Gonzalo Zubillaga, asesor legal de deporte y especialista en derecho deportivo, en el que esta creación de una competencia privada afectaría sustancialmente el modelo futbolístico actual.
Ambos expertos coinciden en que tanto FIFA-UEFA y los clubes fundadores, encabezados por Florentino Pérez, presidente del proyecto de la Superliga y de Real Madrid deben llegar a un acuerdo deportivo/económico para que ambas partes [federaciones y clubes] salgan beneficiadas con una nueva competencia.
Tras concordar que el torneo tenía un trasfondo económico, la empresa financiera J.P. Morgan financiaría el proyecto con seis mil 500 millones de euros y DAZN, de acuerdo con Grepe, pagaría tres mil 500 millones de euros por derechos audiovisuales, los clubes pretendían crecer de manera sustancial sus ingresos tras las pérdidas por la pandemia y así, Grepe sostiene que este ensayo es «un movimiento político en el futbol» para modificar el mundo de esta disciplina.
¿En qué cambiaría el futbol?
Para Zubillaga, las afectaciones colaterales al mundo del balompié serán las siguientes en caso de consolidar un segundo intento por crear un torneo de esta índole y sin el consentimiento de las máximas organizaciones futbolísticas:
- Cambios en el registro de los jugadores (no habría necesidad de hacerlo a través de la UEFA)
- Cambio de reglamentación en el juego, como dueños del balón, existe la posibilidad de establecer sus reglas como lo hacen actualmente en las giras de exhibición
- La negociación de los derechos de televisión sería exclusivamente privada
- Condiciones para los clubes invitados
- Reacomodo en cuanto a la estructura organizacional del futbol
Y de esta manera, «esto dará pie a otros continentes a hacer sus propias ligas» comentó Andrew Grepe. Es sabido que la Liga BBVA MX y la MLS quieren contar con una liga en conjunto y habrá que considerar si, de inicio, cuenta con el aval de la FIFA, ya que de lo contrario, es aplicable el Artículo 20 de los estatutos de esta federación en la que se señala que clubes, ligas u otras entidades afiliadas a una federación miembro estarán subordinadas a esta y solo podrán existir con el consentimiento de dicha federación. Los estatutos de la federación miembro establecerán el ámbito de competencia y los derechos y deberes de estas entidades. La federación miembro aprobará los estatutos y reglamentos de estas entidades.
No sanciones a los futbolistas
El impedimento de cualquier participación en máximos torneos por parte de FIFA y UEFA parecía la solución para detener el superintento, hasta que el Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid, a solicitud de la Superliga, adoptó medidas cautelarísimas, por las que prohibe a la FIFA, la UEFA y a todas sus federaciones o ligas asociadas, adoptar cualquier medida que prohíba, restrinja, límite o condicione de cualquier modo, directa o indirectamente, la puesta en marcha de la Superliga así como cualquier medida sancionadora o disciplinaria contra los clubes participantes, sus jugadores y directivos.
Sumado a lo anterior, para Zubillaga, ni clubes, futbolistas pueden ser sancionados de las competencias internacionales por el hecho de que «los clubes cuentan con el derecho de la libre asociación» y que «el jugador se debe someter a los compromisos del club». Es decir que si volvieran a intentar una nueva competencia, no habría manera de impedir la participación en los máximos torneos ya que los jugadores se deben a los equipos y bajo este criterio, no habría forma de excluirlos. Dialogar, consolidar ideas y nuevos marcos regidores, es la solución en lugar de intentar conservar y aplicar el máximo poder por parte de los organismos regidores del balompié.
¿Cuál es el mejor acuerdo al que pueden llegar?
Ambos especialistas señalan que debe existir conformidad de las partes en distintos aspectos: económicos, organizacionales y futbolísticos para un nuevo intento de competencia y así, Zubillaga apuesta por una regulación por parte de FIFA-UEFA así como ocurrió en la Copa Confederaciones en la que antes, eran invitados al azar a la competencia llamada Copa Rey Fahd en 1992 y que a la postre entró bajo los reglamentos de FIFA para tener el formato actual: los invitados son los campeones de las confederaciones, campeón del mundo y anfitrión del Mundial subsecuente.
Más allá de un castigo real, para FIFA y UEFA significaba perder miles de millones de euros por ver a sus estrellas partir más que una sanción factible hecha de manera reactiva, sin embargo, con el caso expuesto en el párrafo anterior, la Superliga se vuelve realizable, siempre y cuando se llegue a convenios, más allá de los intentos impulsivos de sancionar aquello que no es sancionable. No nos extrañe que Florentino vuelva a la carga con un intento más fuerte, seguramente esto no fue lo único que veremos.