Frank James Lampard dejó de ser entrenador de Chelsea tras ocupar la novena posición de la Premier League; después de 84 partidos técnico e institución recorrerán caminos diferentes. El determinante: la inversión no tuvo los resultados esperados.
No se puede destituir a toda la plantilla pero sí a la persona que hace, o no, funcionar las piezas que patean el balón en el rectángulo verde. En la industria deportiva se dice algo que es muy cierto: con la inversión se debe dejar el carrito listo y con pilas para correrse; trasladándolo al futbol, eso hizo Román Abramóvich [dueño de Chelsea], con una inversión de 247.2 millones de euros en el último verano, consiguió a jugadores al nivel de la Premier League para estar en las primeras plazas y no a mitad de la tabla.
Volviendo a la analogía del carrito con pilas, cada uno de los futbolistas formarán parte del mismo: las transferencias serán las ruedas y Lampard será el piloto al cual se le exigen los resultados en las competencias.
Sólo Kai Havertz [Alemania, 21 años] costó 80 millones de euros y bajo el mando de Lampard consiguió los siguientes números:
- Partidos: 24
- Goles: 5
- Asistencias: 6
- >> En todas las competencias [Premier League, UEFA Champions League, Emirates FA Cup y Carabao Cup]
Números que no son reflejo de la inversión hecha por el futbolista, tal vez, se justifique la baja de calidad en general en el mundo futbolístico por la situación sanitaria actual, sin embargo, Chelsea hoy por hoy no cuenta con un plantel de mitad de tabla, sus demás incorporaciones para la temporada 2020-2021 fueron:
- Timo Werner
- Ben Chilwell
- Hakim Ziyech
- Edouard Mendy
La presión por los resultados
Con un auto con valor de 806 millones de euros [totalidad del valor del plantel], Lampard se vio exigido a correr a máxima velocidad y conseguir los triunfos, además de posicionar al equipo al nivel de los clubes de Manchester, Leicester y Liverpool, que son los que pelean hoy por hoy por los primeros puestos.
En un ritmo de competencia tan frenético, se necesita un piloto que sea capaz de competir a altas revoluciones con un vehículo que está diseñado para triunfar. Pensar que Chelsea superó la Cuarta Ronda de la Emirates iba a ser suficiente para seguir en el cargo era inaudito. El futbol no tuvo memoria y terminó por castigar a uno de sus emblemas en el terreno de juego desde la silla eléctrica: la del entrenador.
El futbol tan criticado por no mantener procesos, sin embargo la decisión está en manos de quien pone las inversiones para ver triunfar a la institución y por eso, se busca el piloto que sea capaz de dominar las curvas, las pistas y la velocidad de la actualidad.